Este término es utilizado para definir la región del cosmos que abarca aquella parte situada por debajo de la Luna, la región terrestre, nuestro mundo.
La Luna es uno de los factores astrológicos más importantes en la interpretación de la formación de la personalidad humana, con lo que todo ello conlleva para el reto de la vida.
Marca profundamente la infancia, los primeros años de vida, la relación con la madre y el hogar en general, esta profundamente relacionada con la psiquis y la reacción emocional a la experiencia diaria, especialmente en las relaciones interpersonales.
Al igual que todos los demás factores de interpretación, se suelen sacar conclusiones por su posición y su estado en un esquema natal por sí misma, llámese signo, casa, aspectos, etc. pero esto siempre terminara en una errónea o incompleta conclusión, si no se combina con el conjunto de la carta, ya que, como todo en el universo, es una unidad y esta profundamente interrelacionada e influenciada por el conjunto de factores que conforman la totalidad, en este caso del esquema natal.
En lo particular, la Luna cumple cuatro fases, la cuales tomamos en cuenta como un ciclo completo, una lunación de 28 días, estos cuatro ciclos comprenden Luna Nueva, Luna o cuarto Creciente, Luna Llena y Luna Menguante, esto corresponde a la interrelación con el Sol y la Tierra, pero especialmente con el Sol, ya que es su polaridad, es decir el Sol es positivo, masculino, emisor, la Luna es negativa, femenina, receptora, entre ellos se da el connubio cósmico, sin el cual la existencia no podría ser posible.
Como expresamos anteriormente, sacar conclusiones solamente con la interpretación lunar es inadecuado, por ejemplo, decir, yo soy así por tener la Luna en Acuario, no es correcto, seguramente hay un innumerable grupo de factores que conjuntamente con la Luna influencian esa expresión de la personalidad.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que la Luna es uno de los llamados “factores activantes” más importantes, es llamada “el segundero del zodiaco” es decir cuando un aspecto o ciclo esta activo, ha cerrado su orbe y va a marcar un evento o acontecimiento, el momento exacto, es activado por el paso de la Luna, en aspecto o conjunción por el grado ya activo de los demás factores involucrados.
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